Eran transportados en una camioneta que no contaba con sistema de frío, de manera ilegal. Toda la carga fue desnaturalizada con productos químicos para impedir su consumo.
La dirección de Abasto, con apoyo de agentes de Prevención Comunitaria y de la Policía Rural, decomisó 200 kilos de carne, más de 50 kilos de chacinados y cajones de pollo que eran transportados en la caja de una camioneta en clara infracción ya que no cumplía con las condiciones mínimas de higiene y refrigeración.
Interceptada en uno de los habituales retenes apostados en Ingeniero Maschwitz, la mercadería carecía de certificado sanitario, lo que hacía imposible establecer origen y trazabilidad. Toda la carga fue desnaturalizada con productos químicos para impedir su consumo.