Una exnovia denunció por “violencia de género” a Marcelo “Teto” Medina (56), el lunes por la tarde en una Comisaría de Mataderos.
La noticia la dio a conocer este martes el periodista de Involucrados (América) Mauro Federico.
Según el relato que contó el mismo periodista, la mujer “habría mantenido una relación” con el conductor televisivo y ahora presentó cargos en su contra por “violencia de género”.
En la denuncia, a la que tuvo acceso Clarín, se relató un hecho por demás violento y repudiable que habría ocurrido el 8 de febrero último.
En ese sentido, la presunta víctima aseguró haber sido pareja de Medina por 5 años pero aclaró que su la relación terminó el 21 de marzo, a poco más de un mes del grave episodio.
“Habían arreglado que ella lo pasara a buscar en su vehículo por la radio Zónica. Una vez dentro del rodado, logró observar que a Medina se lo notaba muy agresivo, desarreglado, y con la ropa sucia, notando que también le faltaba un diente”, dice el documento.
De acuerdo al escrito, además, la pareja del conductor le preguntó por qué se encontraba “en esas pésimas condiciones” y él le contestó “de muy mala manera”.
Luego, ella lo esperó en el domicilio de él, donde fueron para que “se higienizara”. Tras 30 minutos, Medina regresó. “Estaba con una bolsa de plástico. En el transcurso del viaje, intercambió mensajes con alguien” pero su exnovia no logró ver quién era.
Entonces, siempre de acuerdo a la demanda, en la intersección de las avenidas 9 de julio y Belgrano, el periodista “extrajo de la bolsa dos armas, tipo revólver” y la amenazó.
“Una vez en el domicilio de la víctima, (Medina) descendió del rodado corriendo y se encerró en su habitación, escuchando que le exigió al hijo de la declarante que vaya con él a un lugar para realizar el cambio de las armas por droga, más específicamente cocaína”, agregaron.
La mujer sostuvo que le pidió que no fuera con su hijo a comprar los estupefacientes sino con ella, “por lo que subieron al vehículo y a punta de pistola (él) la fue dirigiendo hacia donde tenían que ir, indicándole que detuviera su marcha en una estación de servicio y que no descendiera del vehículo hasta que él volviera, desconociendo con quien se iba a encontrar”.
“Después de unos 45 minutos, apareció sin ambas armas, subió nuevamente, notando un cambio de humor diferente al que tenía anteriormente. Al llegar al domicilio de la mujer, se encerró en su cuarto. No notando algún otro comportamiento extraño ese día”, concluyó la denuncia.