Una mujer murió en Escobar tras ser quemada viva, la justicia dejó en libertad a su pareja y único sospechoso por “falta de pruebas”

La víctima se llamaba Dalma Yanina Miranda, tenía el 45 por ciento del cuerpo quemado y murió tras una semana de agonía. Por el caso estuvo detenido Juan Carlos Monjes, quien está acusado de haberla quemado viva delante de la hija. Ahora el juez dispuso su excarcelación.

El domingo 25 de noviembre a las 12 de la noche, Yanina Miranda, de 35 años de edad, y su pareja, Juan Carlos Monjes, de 29, empezaron a discutir en la casa que alquilaban en la calle Ameghino al 100 en Escobar. Se encerraron en una habitación. Las dos hijas menores de edad que vivían con ellos escucharon el comienzo de la pelea. Algunos minutos después, algo pasó en esa habitación que la Justicia todavía no puede reconstruir, algo que hizo que la mujer saliera corriendo con su cuerpo envuelto en llamas provocándole quemaduras de tercer grado en el 45% de su cuerpo y, una semana más tarde, la muerte.

Apenas llegó la policía bonaerense aquella madrugada, Yanina fue trasladada de inmediato al Hospital Municipal y, casi al mismo tiempo, Cristian Fabio, el fiscal de la UFI Nº 3 de la jurisdicción especializada en violencia de género, ordenó la aprehensión de Monjes. Los efectivos que registraron la casa encontraron alcohol y un encendedor en la habitación: Fabio entendió que el hombre había rociado a su mujer y luego la había incendiado.

Para el fiscal, al día de hoy, no hay dudas de que el culpable del homicidio es Monjes, según afirmaron fuentes del caso. Sin embargo, cuando solicitó que la aprehensión se convirtiera en detención formal, el juez Luciano Javier Marino se la rechazó y ordenó la inmediata libertad del único imputado.

¿Por qué? ¿Cómo se entiende que una pareja se encierra en su casa, sus hijas declaran que los escuchan pelear, la mujer sale prendida fuego, los efectivos encuentran alcohol y un encendedor, la mujer muere y su pareja está en su casa como cualquier vecino? ¿Cómo explicarlo?

Todo queda en el razonamiento del juez. Se pudo acceder al fallo de Marino donde rechaza la detención e intenta dar sus explicaciones para soltar a Monjes.

El único argumento que expresa el magistrado tiene que ver con dos declaraciones testimoniales: el de la vecina que llegó primero al lugar y la médica que atendió a la víctima apenas ingresó al hospital: “La vecina  declaró que la Sra. Miranda le dijo ’yo le avisé que lo iba a hacer’ y ’no me imaginé que iba a hacer tanto’ como dando a entender que como ella se iba a hacer tanto daño. Además, la médica que la asistiera en el Hospital de Escobar certificó que las lesiones fueron ’autoinflingidas, con fuego directo, utilizando alcohol como acelerante’ según lo refiriera la propia paciente; señalando ello también el médico que la asistiera”, indicó el documento.

Es decir, la única explicación que da el juez para dejar libre a Monjes son las declaraciones de dos testigos que dicen que la víctima dijo que se prendió fuego a ella misma mientras aún no se habían apagado las llamas sobre su cuerpo.

Algunas líneas más abajo, aclaró: “Este magistrado no desconoce que existen supuestos en los cuales la víctima que sufre violencia de género puede adoptar conductas tendientes a no querer denunciar al agresor, sin embargo, entiendo que no hay evidencias concretas que permitan afirmar ello en este caso”.

Mientras todo esto sucedía en los tribunales, en el cementerio de Moreno la familia de Yanina despedía por última vez sus restos. “Estamos destruidos. Ella sufría violencia de género. Le pegaba pero ella siempre lo perdonaba. Nunca llegaba a hacer la denuncia. No podemos entender cómo está libre. Le prendió fuego y está libre”, expresó Juana, una de las hermanas.

En la mañana del lunes, cerca de las 09:00 horas, agrupaciones que luchan contra la violencia de género y amigos de la joven de 35 años marcharon al juzgado del doctor Marino con el objetivo de reclamar la detención de Monjes. “Necesitamos justicia, necesitamos ayuda de todos. El juez dice que no hay pruebas pero él es un asesino”, declaró una de las amigas más cercanas.

Por su parte, fuentes cercanas a la fiscalía informaron que trabajan a contrarreloj para recolectar más pruebas que permitan torcer el fallo del juez. En el pedido de detención que fue denegado, el fiscal Fabio y su equipo se fundamentaron en que la mujer vivía en un círculo de violencia permanente por parte de su pareja. Además, agregaron que no existían conductas depresivas ni se había registrado intentos de suicidios previos.“Las actitudes que tenía Yanina no se corresponden con las de alguien que buscaba quitarse la vida. La investigación está en una etapa muy temprana pero estamos a la espera de más pruebas que solicitamos a la división Bomberos de la Policía Federal que van a llegar en las próximas horas y serán fundamentales”, señalaron.

Yanina, por lo pronto, tenía algo qué esperar: preparaba el cumpleaños de 15 de su hija mayor para la semana próxima.

El intendente Ariel Sujarchuk, se mostró conmovido en las redes sociales tras el femicidio de Yanina y expresó “Quiero expresar primero mi abrazo solidario a su familia y el profundo repudio y rechazo a todo tipo de violencia de género, mucho más cuando termina en crímenes horrendos como este”, comenzó diciendo el jefe comunal del FPV, quien agregó: “Cuando hay violencia de cualquier tipo, aún sin llegar a situaciones tan extremas, siempre hay dos responsables: primero el autor de hecho, segundo la sociedad que mira para otro lado”.”Ante el profundo dolor y conmoción que este hecho nos provoca, no podemos dejar de recordar que en nuestro país se registran 670 denuncias diarias por violencia de género, mientras que una mujer es asesinada cada día”, repasó Sujarchuk, quien consideró: “Necesitamos un Estado Nacional presente, una justicia que garantice derechos y una sociedad unida que acompañe cotidianamente este proceso”.

En ese sentido, el jefe comunal recordó que “hace casi dos años abrimos una Casa de abrigo para contener a las mujeres víctimas de violencia, en el marco de varias políticas de género y ampliación de derechos; pero aún así muchas no saben de su existencia y otras no se animan a denunciar”. “Esto nos obliga y compromete a redoblar esfuerzos para obtener la plena igualdad de derechos entre mujeres y hombres”, indicó.

“Si bien en los últimos años se ha avanzado en la implementación de políticas públicas que abarquen tanto la prevención de este flagelo, como la atención y contención a las víctimas del mismo, está claro que aún hay un largo camino por recorrer. Estamos convencidos de que este cambio debe ser cultural y que para lograrlo debemos estar todos involucrados desde el lugar que cada uno ocupa”, concluyó el Sujarchuk.